misica al comienso del siglo xx


Pocos días faltan para que Colombia cumpla 200 años de independencia, ése que inició aquel 20 de julio en donde un pueblo sometido a las órdenes de la Corona Española se reveló exigiendo libertad y dignidad, de la misma forma que sucedió con el pueblo Mexicano y Argentino, entre otros estados latinoamericanos. 
En aquella época las costumbres eran distintas, pues la mayoría de la población no accedía a una educación básica ni superior, y las instituciones de dicha índole eran dirigidas por comunidades religiosas como los Franciscanos, Dominicos y Agustinos, que fueron las más importantes en Santafé. Cada domingo la plaza mayor de Santafé, al igual que otras ciudades y poblaciones de la época, eran lugar de concentración para comerciantes y campesinos. 
No obstante había un aspecto que se destacaba entre la población de ese entonces: la música, elemento fundamental y cotidiano que amenizaba las reuniones sociales de las personalidades de antaño. La música armonizaba las tiendas donde la chicha brillaba por su efecto.
En Santafé se escuchaban varios géneros musicales, el pasillo y bambuco entre otros, que eran interpretados mediante la bandola, tiple, guitarras y en lo más formal, el piano. Se puede decir que el bambuco es un género dado principalmente en la región Andina y su procedencia es de raíces indígenas africanas e hispánicas. Es un juego de coqueteos entre la pareja, en donde el hombre quiere conquistar a una dulce y sensual dama mediante expresiones insinuantes, hasta que llegan a trenzar un romance entre ellos.
Por otra parte el pasillo, más conocido en la colonia como la “capuchinada”, proviene de los valses europeos hechos en España, Italia y Austria. Se puede decir que es un estilo de vals de forma apresurada o activa que fue como nuestros antepasados lo establecieron y lo difundieron. Para aquel género podemos mostrar dos variedades: Pasillo lento y fiestero. El primero es utilizado para los momentos más formales, como la exaltación de una belleza femenina mediante una composición, expresar sentimientos totalmente sinceros y nostálgicos. 
En cambio el fiestero representa la recocha dentro de las reuniones sociales, prende el alma jocosa dentro de estas ocasiones y expresa el lado folclórico de las fiestas tradicionales acompañadas del estallido de la pólvora dentro de las festividades.
No hay que olvidar que otros géneros han hecho historia en nuestro suelo colombiano: bullerenge, currulao, mapale y la famosa cumbia, provenientes de las costas colombianas y de raíces afro descendientes; y el galerón y el Joropo que nacen a lo largo de los Llanos Orientales. 

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